El Coro «Ciutat de Burjassot», de Valencia

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Martes 13 de octubre de 2009

Tierra del Vino

Música celestial

El Coro «Ciutat de Burjassot», de Valencia, protagoniza la Misa del compositor francés Gounod en El Piñero

S. RAMOS, EL PIÑERO Los vecinos de El Piñero disfrutaron ayer, día del Pilar, de una eucaristía muy especial, la Misa del compositor francés Gounod, que entonó el Coro «Ciutat de Burjassot», de Valencia. La actuación dirigida por Oscar Payá emocionó a los feligreses que acudieron a la homilía oficiada por el párroco Antonio González en la iglesia local Santa María Magdalena.

Rafael Sánchez, nacido en Argujillo y criado en El Piñero, ha sido el artífice en impulsar esta iniciativa, contando con la colaboración de la Asociación Cultural «El Hondajo» y la Asociación de Mujeres Rurales «Fuentemarina», que ayer supieron reconocer la calidad de la coral y ejercieron de anfitrionas ofreciéndoles a los cantantes un ágape en las dependencias municipales. El coro mixto valenciano está integrado por medio centenar de miembros, quienes con diferentes voces interpretan un amplio repertorio de piezas que van desde la edad media hasta las canciones más populares y música africana. Fue precisamente este repertorio el que centró su actuación en el Teatro Principal de Zamora durante este fin de semana.


La Historia del Coro Ciutat de Burjassot se remonta a principios del año 2004 cuando se forma con treinta miembros, la mayoría de ellos procedentes de otras corales valencianas lo que aporta al grupo acreditada experiencia y quehacer. «Yo me incorporé un año más tarde y desde entonces disfruto muchísimo tanto de los ensayos como de las giras», explicaba con entusiasmo Rafael Sánchez. La coral valenciana ha participado en distintos festivales y encuentros corales. «Nuestro objetivo es realizar intercambios con otros coros tanto nacionales como extranjeros».


Una vez concluida la actuación, el grupo tuvo ocasión de conocer algunas de las bodegas típicas de este pueblo enmarcado entre las comarcas de Tierra del Vino y Guareña y por supuesto de degustar sus productos autóctonos acompañados un vino que consiguió las alabanzas de los comensales.