El coro Acanthus finalizó su primera etapa con la misma ilusión que la comenzó. De premio, lo que nunca puede faltar en un evento como éste, una gran cena, para el postre una preciosa velada en la que se aportaron nuevas ideas para después del verano.
Después de un mes de vacaciones y con el deseo de comenzar cuanto antes, nos comunica Alexis que por razones de índole personales no podrá continuar con nosotros, pero que nos ayudará en lo que fuera necesario para que pudiéramos continuar con la magnífica tarea que él comenzó y que estábamos a punto de terminar.
Se podría decir que el coro a partir de entonces no volvió a ser el mismo, la actitud de los coralistas ya nada tenía que ver con el entusiasmo y las ganas de trabajar. Todo lo que teníamos trabajado con Alexis se arrinconó, se cambió el estilo de música varias veces, dejando las obras sin terminar, con esta actitud se consiguió el éxodo de parte de los locos soñadores, que se tornaron en cuerdos y poco a poco fueron desapareciendo como el humo.
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