Querido año

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Un abrazo muy fuerte para este primer día.

Comienza el año con tiempo desapacible y sin sol, un poco tristón al menos donde yo me encuentro. Pero eso no le resta encanto a este primer día del año.

 Con ese halo de timidez que muestra un niño su primer día de clase en donde no sabe qué hacer, ni qué decir, solo esperar a ver qué pasa. Así comienza este año, como con pereza.

El año también expectante contempla los doce meses y trescientos sesenta y cinco días que tiene por delante, con la misión de complacer nuestros deseos de la mejor forma posible. Sabe que cada uno de nosotros somos diferentes, pero que tenemos un interés común, todos deseamos que nuestros deseos de felicidad se cumplan.

El 2009 como los anteriores y seguramente los posteriores está algo asustado, sabe que no podrá complacernos cumpliendo nuestros deseos tal como nosotros los imaginamos. Seguramente seremos felices en muchas ocasiones en las cuales nunca habríamos pensado serlo. Solemos pedir cosas que conocemos y que creemos que son la felicidad, sin considerar las múltiples posibilidades que no conocemos y que la vida tiene para ser felices.

Es mejor dejar que surjan los días, que nos sorprendan cada mañana con nuevas ilusiones jamás pensadas. Mi intuición me dice que la felicidad es eso, dejarte sorprender cada mañana por un día que será distinto a todos y que con actitud positiva puede que termine siendo un gran día.

Bienvenido seas Año Nuevo, termino de conocerte y ya te quiero